2022

Obstáculos al propósito existencial

La realización del propósito existencial, es uno de los objetivos más importantes a conseguir en esta vida humana, en lo que respecta al área de la conciencia. Entendemos por propósito existencial a la llamada también «misión de vida«, es decir, a aquel proyecto diseñado por la conciencia antes de nacer. En muchas ocasiones este propósito suele tener que ver, tanto con la evolución de la propia conciencia a través de la liberación de cargas y del incremento de capacidades, como con la asistencia a otras conciencias, la aportación de nuevas ideas para la mejora del conjunto de la humanidad, la creación de nuevos paradigmas concienciales, etc.

Aunque muchas personas tienen la intuición de que vinieron a este mundo con un propósito a cumplir, lo más habitual es que éste no se pueda recordar, ya que el hecho de encarnar mismo, hace que haya un borrado de la memoria alojada en los niveles más sutiles de la conciencia. Es por este motivo, que cumplir el propósito existencial es, en realidad, una tarea bastante difícil de realizar, ya que las distracciones en este plano físico son tantas, que es más probable que la conciencia se desvíe, que no que se mantenga enfocada en la consecución de ese propósito.

Obstáculos habituales a la realización del propósito

Para ayudar a detectar mejor qué tipo de obstáculos pueden estar activos sin darnos cuenta, es importante saber de qué manera pueden manifestarse, entendiendo que a veces ese obstáculo es muy evidente, pero a veces está muy encubierto:

  • No recordar el propósito: la amnesia es el principal obstáculo que tiene la conciencia, a no ser que ésta ya tenga un nivel bastante avanzado y recuerde parcialmente el período entre vidas (espacio temporal entre una encarnación y la siguiente, en el que se planifican las tareas a realizar en la siguiente encarnación). Para recuperar esa memoria, es necesario hacer un proceso de limpieza energética muy profundo y de conexión con la propia conciencia, para ir poco a poco aumentando la percepción de los niveles sutiles y así rememorar el objetivo principal a llevar a cabo en esta existencia.
  • Desviarse: una desviación de la conciencia es cuando, en vez de esa conciencia llevar a cabo aquello para lo cual ha nacido, está realizando otro tipo de trabajo, actividad o estudios. A nivel energético se puede percibir que una conciencia está desviada porque sus energías internas se van mucho hacia un lado o hacia el otro, es decir, no están alineadas en el centro.
  • Priorizar el corto plazo: los beneficios inmediatos tienen tanta fuerza e influencia en el cerebro, que es necesario tener una gran voluntad para no elegir aquello que más le apetece a una persona en ese momento, para realizar algo que tiene un beneficio mayor, pero mucho más en el largo plazo.
  • El ego: muy conectado con el punto anterior, la formación egoica del inconsciente siempre nos dirigirá hacia lo conocido, para minimizar el gasto energético que supondría dirigirse hacia lo nuevo. Los niveles mentales del ego son muy persistentes y hay que ser muy constante para traspasarlos. Se necesitan también distintos abordajes o técnicas terapéuticas para desmantelarlos y que puedan reestructurarse nuevos aprendizajes más maduros desde el punto de vista evolutivo.
  • No practicar diariamente: la consecución del propósito existencial es una tarea que supone desarrollar al máximo todas nuestras capacidades. Para ello, realizar una práctica diaria enfocada a ese desarrollo, será el elemento fundamental si se quiere completar con éxito ese propósito. Raramente una misión de vida no pone en jaque todos los puntos débiles que haya que superar como conciencia, así que siempre que la persona decida llevarla adelante, ha de saber previamente que le moverá todos los cimientos internos para que puedan renovarse y así evolucionar.
  • El asedio energético: junto con los obstáculos mentales que pueda tener una persona en relación al desarrollo de su propósito existencial, existe también toda una serie de fenómenos astrales y energéticos intrusivos que acompañan a esos obstáculos. El objetivo es interferir energéticamente la acción o distorsionar el pensamiento de esa persona para que se desvíe de su propósito. Los asediadores energéticos son conciencias extrafísicas negativas que, a través de sus influencias y despliegue energético, entran en el campo electromagnético personal para alterar sus energías, pensamientos y emociones. La manera de contrarrestar el asedio es la autolimpieza energética diaria, la detección de las puertas de entrada mentales o puntos débiles por donde puedan acceder energías ajenas y un gran esfuerzo personal por ir sorteando día a día las energías negativas que puedan afectar al cuerpo, la mente y a la energía vital.

Acciones para traspasar esos obstáculos

Para poder superar todos los obstáculos que impide la realización del propósito existencial, es necesario tomar varias acciones que puedan contrarrestar todas sus interferencias negativas:

  • Realizar sesiones energéticas y de psicoterapia: el apoyo externo de alguien que nos ayude a tomar conciencia de nuestros puntos fuertes y puntos débiles, es fundamental, ya que uno mismo es prácticamente imposible que pueda acceder a todos los rincones de su mente y su conciencia. La asistencia interconciencial es el pilar básico de todos los procesos evolutivos concienciales.
  • Ejercitar las propias energías: la práctica diaria individual es otro de los puntos cruciales para la superación de los obstáculos. La asistencia de otras personas especializadas en los procesos evolutivos y la práctica propia, es el mejor tandem que nos ayudará a traspasar los límites personales en cuanto al propio desarrollo.

  • Practicar actividad física diariamente y tener una nutrición correcta: cuidar el cuerpo físico es el tercer gran aspecto a tener en cuenta, ya que éste es el vehículo de manifestación de base en esta realidad física en la que estamos.

Reflexionar acerca de todos estos puntos, nos puede ayudar en gran medida a tomar conciencia de aquello para lo cual encarnamos en esta realidad y poner en acción las prácticas adecuadas, para así llevar a la práctica esa misión de vida, que antes de nacer nos propusimos manifestar.