Hemos empezado el mes de diciembre desde un nuevo punto de observación de la realidad, mucho más profundo y más conectado directamente con nuestra conciencia. Este nuevo punto, pide claramente que podamos establecer la diferencia entre nuestro propio proceso y el proceso del otro. En muchas ocasiones, en la interacción con otras personas, asumimos inconscientemente cargas que no nos corresponden, con lo que, sin darnos cuenta, dejamos de hacer aquello que en realidad queremos hacer. La conciencia es la que nos ayuda a salir de ésto y gracias a ella, nos damos cuenta de lo que está operando de forma oculta en nuestras relaciones, drenando nuestra energía vital y dejándonos totalmente debilitados.