La conexión con el planeta, el sentir que formamos parte de él, la capacidad de disfrutar de su belleza, son aspectos importantes para preservar y fomentar la potencia del cuerpo energético. A nivel físico, tiene que ver con la zona de las piernas y los pies, donde podemos encontrar multitud de interferencias que precisamente nos impiden realizar esa vinculación positiva con el planeta.
Sin una buena conexión con la zona de los pies, ni un cuerpo energético libre de toxicidad, es muy difícil que podamos valorar y aprovechar realmente la existencia en este plano físico, puesto que la energía tiende a localizarse tan sólo en la zona de la cabeza y eso puede producir una fuerte desconexión de nuestra conciencia localizada a nivel del corazón, además del desequilibrio de la base física y energética ubicada en la parte baja de nuestro cuerpo.