El mundo de la energía, es todavía un ámbito desconocido cuyo objetivo primordial, es el de conectar con uno mismo y aprender a descubrir los niveles más profundos de la conciencia, que suelen estar dormidos e inconscientes. El bienestar que se experimenta a través de estas sesiones, es una consecuencia del hecho de irnos despertado poco a poco de un estado de ignorancia fundamental, que hace que pensemos que la vida es algo que nos sucede sin que podamos hacer nada al respecto. Frases como «la vida es así», «esto es lo que me ha tocado vivir y no hay nada que hacer», o «la vida es sufrimiento», son creencias que precisamente bloquean la conciencia y la capacidad del ser humano de conocer y descubrir la realidad en la que nos encontramos. Una vez descubrimos que vivimos en un estado de letargo conciencial, sin capacidad para ni siquiera saber quiénes somos, qué hacemos aquí y cuál es nuestro propósito existencial más allá de los beneficios relacionados con la supervivencia, la capacidad para elegir, se convierte en el primer paso hacia la creación de una vida propia y en total coherencia con todos los niveles de nuestro ser.
Existen distintas formas de trabajar dentro del ámbito energético, así que es importante comprender las diferencias entre estas sesiones y otro tipo de modalidades terapéuticas:
Preguntas:
¿Qué requisitos previos se necesitan para realizar estas sesiones?
Para empezar estas sesiones, es importante que la persona previamente haya investigado o se haya preguntado acerca de la existencia de la continuidad de la conciencia más allá de los límites de esta vida física. Preguntas como: ¿quién soy yo?, ¿de dónde vengo?, ¿qué hay después de la muerte? o ¿cuál es mi propósito existencial? son indicadores de que la persona intuye que existen distintos niveles en nuestro ser, que van más allá de lo que percibimos a través de los sentidos. Esta necesidad de trascendencia del ser, que algunos científicos podrían interpretar como mecanismos mentales para eludir la idea de la muerte y el pretender alcanzar algún tipo de inmortalidad, ha sido cubierta a lo largo del tiempo a través de las distintas religiones, líneas de pensamiento filosófico, espiritual o mágico. Lo que se consigue a través de estas sesiones de terapia energética, es que la persona que siente esta necesidad de trascendencia del ser, pueda por sí misma, y no a través de los diferentes sistemas de creencias espirituales que ha habido hasta ahora, tener una experiencia y conexión directa con su propia conciencia.
¿Por qué se conecta con la conciencia a través del cuerpo energético?
Porque desde mi visión personal, en el cuerpo energético hay almacenada mucha información mental, emocional y energética que impide justamente conectar con nosotros mismos en su nivel más profundo. Cuando limpiamos toda esta información distorsionada que condiciona en gran medida nuestra vida, la conexión con la conciencia tiene lugar de forma clara y directa, y el resultado es la posibilidad de vivir desde los niveles más elevados y energéticos del ser.
¿Qué tipo de energía se puede experimentar en las sesiones?
La energía que se puede experimentar en estas sesiones es una energía libre, de la que nace la conciencia verdadera, o el ser en su estado más puro. También es aquella que te conecta directamente con la total expansión de la conciencia, en ausencia de cualquier tipo de condicionamiento o programación mental. Esta energía te lleva a sentir un estado de coherencia, equilibrio y armonía en todos los niveles.
¿Para qué sirven?
Estas sesiones son un camino para acceder a la propia conciencia y experimentar los distintos niveles energéticos, en consonancia con nuestra capacidad de comprensión de la realidad y asimilación de las distintas frecuencias que se van experimentando. A más limpio está nuestro cuerpo energético, más capacidad tenemos de percibir frecuencias cada vez más elevadas.
¿A qué ayudan?
Fundamentalmente a despertar del letargo de la conciencia. A nivel concreto, las sesiones pueden ayudar a sentir un bienestar general, tener una mayor claridad en la visión, ligereza del cuerpo, potencia física, estado de ánimo positivo o ausencia de fatiga, como consecuencia de la capacidad de conexión con la propia conciencia y de la limpieza de los canales sutiles del cuerpo energético. A mayor conexión con la conciencia, más capacidad se tiene de saber guiarse a uno mismo a través de las circunstancias, y más decisiones se toman desde la inteligencia y no desde los programas de condicionamiento mental aprendidos en el pasado.
¿Durante cuánto tiempo hay que hacerlas?
El tiempo de duración del proceso depende de los niveles de conexión propia que se quiera realizar. Sin embargo, mi recomendación es la constancia en las sesiones, puesto que los niveles sutiles son los más difíciles de percibir y requiere por parte de la persona mucha voluntad y motivación para cambiar.
¿Tienen algo que ver con el Reiki?
No es Reiki, puesto que no trabajo con esta energía ni tampoco trabajo a través de las manos para dirigir energía al cuerpo del receptor. Las sesiones se realizan a través de la conexión directa con el cuerpo energético de la persona, para así detectar aquello que le está impidiendo conectar con su auténtica sabiduría. Cuando aprende a percibir las altas frecuencias y las integra, eso le da el impulso para hacer cambios y así salir de su frecuencia energética vibracional actual, que suele ser una frecuencia de bloqueo o de estancamiento.
¿Cuál es el papel de la persona que las recibe?
El papel de la persona que recibe las sesiones es muy activo, puesto que para limpiar el cuerpo energético, es necesario que desde su propia voluntad, decida limpiar aquello que está interfiriendo en el descubrimiento de sí mismo, de su evolución y de su propio cambio vibracional.