2018

Cómo preservar la energía vital

La longevidad, ha sido uno de de los grandes temas explorados no sólo en el área de la ciencia, sino también en gran parte de las líneas espirituales antiguas. En el caso de la espiritualidad, el objetivo de tener una vida lo más larga posible, era el de tener más tiempo para la práctica y aprovechar la oportunidad que brinda esta existencia humana, para alcanzar la iluminación o el despertar de la conciencia. Siguiendo esta dirección y para poder aumentar las probabilidades de tener una larga vida, es imprescindible trabajar en los niveles físico, mental y energético, siendo éste último el que tiene una mayor relevancia. En los canales sutiles de energía, hay mucha información oculta que puede obstaculizar gravemente la preservación de la salud y de la vida.

Para limpiar y purificar nuestra energía de todas las posibles interferencias que puedan estar dañándola sin que seamos conscientes, es importante evitar o eliminar:

-Las emociones negativas:
El sufrimiento daña en gran medida nuestra energía vital y puede desestabilizar mucho el equilibrio del cuerpo. A más sufrimiento, más aumentará la probabilidad de que se disparen emociones como el enfado o el miedo, haciendo que la frecuencia energética baje considerablemente.
-La ignorancia:
Tiene relación con el sufrimiento y las emociones negativas. A más elevamos la percepción de la realidad, mayor ángulo de visión tendremos de las circunstancias y más podremos relativizar los problemas personales. Esta visión más sabia de la vida, evitará el atrape en las frecuencias densas y creará la posibilidad de experimentar estados profundos de felicidad.
-Las interferencias astrales:
Eliminar energías que no son propias, marca una gran diferencia entre el tener una vida tranquila o sufrir infinidad de problemas debido al ataque de estas entidades etéricas, que pueden incluso interferir en los niveles biológicos.
-Los tóxicos:
Debido al alto nivel de contaminación presente en el aire, el agua y los alimentos, es fundamental realizar actividad física, llevar una alimentación inteligente o estar en contacto frecuente con la naturaleza. Consumir drogas también puede dañar de forma irreversible la energía sutil.

En resumen, es importante tomar conciencia de que tenemos una energía vital propia que es imprescindible saber gestionar, no sólo para poder tener una vida lo más larga posible, sino para liberar a nuestra conciencia de todo aquello que la mantiene atrapada en el sufrimiento y, por lo tanto, en un estado muy bajo de energía.