La realidad en la que vivimos, está influenciada por todo tipo de energías e información. Algunas de estas energías apoyan la vida y otras la obstaculizan o van en contra de ella. Conocer las realidades sutiles, nos ayuda a desarrollar la lucidez de la conciencia y las capacidades perceptivas, para así poder discernir perfectamente la calidad y las intenciones encubiertas de las energías que se mueven a nuestro alrededor.
Existen multitud de interferencias con sus particulares frecuencias, formas y significados. Pero a pesar de toda la diversidad existente, podemos clasificarlas básicamente en dos tipos: externas e internas.
INTERFERENCIAS EXTERNAS
Son las provenientes del medio exterior. Pueden venir a través de personas o sistemas de creencias. Cuando entran en el cuerpo energético (si se tiene suficiente capacidad de percibir las energías), automáticamente pueden aparecer sensaciones físicas como dolor, pinchazos, inclinaciones no voluntarias del cuerpo hacia un lado o hacia delante, eructos, bostezos, etc.
A continuación tenemos dos ejemplos de interferencias externas:
1.- A través de las relaciones interpersonales
En la siguiente ilustración, vemos una representación gráfica de interferencia energética externa proveniente de una interacción personal:

La chica con la energía amarilla, está intentando ejercer una influencia en la chica con la energía azul, proyectando la energía fuera de su propio cuerpo energético. La energía proyectada en forma de incursión, entra en la zona más vulnerable de la chica de azul, que en este caso, se ve que es la región del estómago. Serían ejemplos de repercusiones energéticas, las acompañadas de frases como «si no haces lo que yo quiero me voy a enfadar», «la decisión que has tomado no me parece bien», «tendrías que hacerme caso en lo que te digo» o bien «ésto es así y punto».
El respeto a uno mismo y al otro (incluyendo lo que sucede a nivel energético) es primordial si se quieren tener relaciones personales de calidad.
Es normal pronunciar opiniones sobre las cosas, pero no por ello se tiene que desvalorizar a la otra persona, hacerla sumisa o intentar imponerle por la fuerza una opinión personal. Puedes leer más acerca de las repercusiones sutiles en las relaciones personales en el artículo «cómo evitar una postura energética encorvada«.
2.- A través de informaciones del entorno
En el día a día, recibimos gran cantidad de información proveniente del exterior. Cada una de esas informaciones tiene una determinada frecuencia, y si la asimilamos, influirá en el estado de nuestro propio cuerpo energético (especialmente en la región de la cabeza). Los sistemas de creencias adoptados por una comunidad de personas, van a generar campos frecuenciales específicos, y si los aceptamos como válidos, pasarán automáticamente a formar parte de nuestro campo electromagnético, sin que muchas veces se haya contrastado esa información a través primero de nuestro propio discernimiento.

INTERFERENCIAS INTERNAS
Son las interferencias que provienen del exterior y ya se han asimilado como propias. También son las que se conforman en función de las particularidades de los sistemas de percepción de cada uno (lo que se llama la percepción subjetiva). Así, la subjetividad, puede distorsionar en mayor o menor medida la realidad, ya que pasa por el filtro de las capacidades propias, los sistemas de creencias o los traumas experimentados. Por ejemplo, un aprendizaje fijado en los primeros años de vida, que haya afectado en gran medida la capacidad de autodefensa de una persona, puede condicionar el resto de su vida, puesto que va a percibir la realidad como mucho más peligrosa o amenazante.
Dado que esta vida humana tiene desafíos que la mente ha de gestionar diariamente, es muy importante hacer procesos terapéuticos de forma constante, ya que la cronificación de los bloqueos, merma gravemente la capacidad de acción y de disfrute de la persona.

Cómo eliminar estas interferencias energéticas
Si queremos eliminar todo aquello que impide tener una autodefensa energética óptima, primero es necesario desarrollar la capacidad de percepción energética sutil. Para ello, la práctica diaria de la atención y de la concentración en uno mismo, facilita poder activar esas capacidades perceptivas. En segundo lugar, lo que puede ayudar a liberar todas esas interferencias, es el trabajo terapéutico profundo a nivel físico, psicológico y energético. La terapia constante y la implicación diaria por parte de la persona, van a ir limpiando todos los niveles en los que haya información distorsionada de la realidad que nos perjudica y daña.
Claves para impedir que no nos afecten
Algunas claves que nos ayudarán a preservar nuestros cuerpos sutiles son:
- Realizar limpiezas energéticas periódicas: eso mantendrá nuestro cuerpo energético fuerte e impedirá que haya zonas vulnerables en las que pueda entrar fácilmente la energía densa.
- Estar en contacto frecuente con la naturaleza: como bien es sabido, la naturaleza nos ayuda a regenerar nuestra energía y a mantenerla limpia.
- Practicar actividad física de forma diaria: es uno de las formas más eficientes de desintoxicación del organismo, no sólo a nivel físico sino también a nivel mental y energético.
- Descubrir las particularidades psicológicas inconscientes a través de un proceso terapéutico: ésto se puede hacer con ayuda profesional, para que la persona pueda descubrir lo que por sí misma es difícil que vea (precisamente porque es completamente inconsciente).
- Investigar las vulnerabilidades en los cuerpos sutiles energéticos y aumentar la energía en esas regiones: descubrir el estado del cuerpo energético, requiere también de un trabajo terapéutico constante y de la práctica de la percepción sutil. Pero sólo a través de ese autoconocimiento profundo, podremos sostener la energía vital necesaria para que nuestro cuerpo esté fuerte y saludable.
En conclusión, dado que vivimos en constante interacción con infinidad de energías e informaciones diversas, es primordial generar una mayor capacidad de percepción sutil, para aumentar también la capacidad de discernir qué energías nos dañan y cuáles nos favorecen. Así podremos mejorar nuestra calidad de vida, hacer mejores elecciones y disfrutar más de la vida cotidiana.